La situación del embarazo en adolescentes es histórico y cultural y de acuerdo con el Ministerio de Protección Social, esta problemática en Colombia es tan grave que en 1999 del total de nacimientos, un 20,5% correspondió a mujeres adolescentes, mientras que en el 2005 llego a ser del 27.8%.
En el eje cafetero y particularmente en Dosquebradas las relaciones sexuales a temprana edad y el consecuente embarazo adolescente tiene otras consecuencias que pueden llegar a ser más graves que el resto del país. En las estadísticas sobre prostitución infantil y juvenil nuestra región es una de las más afectadas, situación que contribuye notablemente a la bajas de los indicadores de Desarrollo Humano.
Aún cuando se realizan esfuerzos importantes por trascender posiciones estrictamente asistencialistas, que priorizan el empoderamiento de las adolescentes embarazadas o madres, persisten abordajes institucionales centrados en enfoques que en muchos casos tienden a disciplinar o castigar, antes que acompañar procesos educativos que proporcionen herramientas eficaces para la autoafirmación y el logro del crecimiento personal y social de las niñas y las adolescentes.
Por lo anterior se hace prioritario incluir en las agendas sociales este tema y consecuente con ello nuestra institución educativa debe adecuar su objetivo formativo incluyendo criterios intracurriculares que permita instalar en nuestros jóvenes pensamiento crítico frente a su vida sexual y reproductiva que le permita adoptar, en libertad, decisiones responsables. Decimos que en libertad porque, cualquier acción que asumamos debe ser consecuente con el derecho que le asiste a los jóvenes de tener una educación y orientación para la sexualidad responsable.
El abordaje del embarazo o maternidad adolescente debe contemplar la realización de investigaciones y debates públicos con amplia participación de toda la comunidad educativa y particularmente los padres de familia, que incorpore el análisis de la sexualidad adolescente desde un marco de derechos humanos, incluidos los sexuales y los reproductivos, la perspectiva de género, la de poder y la de diversidad.
La adolescencia coincide, y de ahí la importancia, con la educación secundaria. Es durante este periodo escolar cuando se consolida en el joven los elementos fundamentales del ser ciudadano y del ser productivo que le permitirá como adulto no solo interactuar frente al resto de la comunidad y el Estado sino que además se prepara para su vida productiva y laboral. De hecho, el que el mayor numero de personas de una comunidad culmine su bachillerato es un indicador del desarrollo humano considerado por las Naciones Unidas y una capacidad instalada en la persona que le permitirá un mejor aprovechamiento de las oportunidades que el medio ofrece.
Una de las problemáticas mas grave en Colombia y particularmente en Dosquebradas es el aumento de la actividad sexual en esta población a muy temprana edad que deriva en aumento de embarazos adolescentes, incremento de abortos clandestinos, la deserción escolar y finalmente incremento del círculo vicioso de la pobreza y la exclusión social. Según informes del Ministerio de Protección Social, mientras la tasa de natalidad general ha ido disminuyendo, la tasa de embarazo en adolescentes se ha ido incrementando en forma paulatina. En el año 1987 correspondía al 7.5%, en 1997 al 14% y actualmente ocupa el 20 % del total de los nacimientos.
En otras palabras, el embarazo adolescente se convierte en la causa de deserción escolar y por tanto del decremento en los indicadores de desarrollo humano del conjunto de la sociedad de Dosquebradas y elemento causal de la pobreza y de la desigualdad económica, razón por la que este fenómeno es de enorme interés tanto del Ministerio de Educación Nacional como del Ministerio de Protección Social así como de la Red de Protección de la Extrema Pobreza que ha diseñado el gobierno nacional a través de la estrategia JUNTOS.
VER CUADRO ESTADÍSTICO.
VER GRÀFICAS ESTADÌSTICAS.
VOLVER